30 jun 2009

REBELION EN LA GRANJA


Despues de eso no les resultó extraño que,al día siguiente,los cerdos que estaban supervisando el trabajo llevaran todos un látigo en la mano.No les pareció raro enterarse de que los cerdos se habían comprado una radio [...]No les resultó extraño cuando vieron a Napoleón paseando por el jardín de la casa con una pipa en la boca;no,ni siquiera cuando los cerdos sacaron la ropa del señor Jones de los roperos y se la pusieron.[...]



Los animales asombrados,pasaron su mirada del cerdo al hombre,y del hombre al cerdo;y,nuevamente,del cerdo al hombre;pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro.

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